lunes, 27 de octubre de 2014

Pole dance también conocido como barra americana, en Perú y en México como baile del tubo es una forma de baile y gimnasia. Cuyos orígenes se remontan a la Inglaterra de los años 80. Se trata de un baile sensual utilizando como elemento un poste o caño vertical sobre el cual el bailarín realiza su actuación. Este término, es comúnmente más asociado al ámbito de los strip clubs, aunque recientemente, también se utiliza el pole dance artístico en los cabarets y circos en espectáculos acrobáticos que no emplean el erotismo como herramienta visual.

El pole dance, requiere de cierta fuerza y resistencia para trabajar sobre él. En los strip clubs, este baile se realiza de forma no tan gimnástica, sino más bien acompañado de un striptease. El bailarín debe sostener el poste con una o ambas manos para poder realizar los movimientos atléticos que incluyen: ascensos, giros e inversión corporal. La parte superior del cuerpo, así como fortalecer los abdominales y el núcleo principal de la fuerza son importantes para el dominio del pole dance, el cual lleva tiempo para desarrollarse.

El pole dance es considerado en la actualidad como una forma reconocida de ejercicio y puede ser utilizado como una gimnasia aeróbica y anaeróbica en sesiones de ejercicios. Reconocidas escuelas de gimnasia están agregando este baile como parte de su repertorio elevando así su popularidad. También es catalogado por algunos como un arte escénico. Realizar esta práctica, incluye movimientos que implican una gran cantidad de fuerza y habilidad.


El porro es un ritmo musical de la Costa Caribe colombiana, tradicional de los departamentos de Córdoba, Bolívar, Atlántico y Sucre. Posee un ritmo alegre y fiestero, oportuno para el baile en parejas; es el ritmo más rápido que la Cumbia. Antes, este género se tocaba con instrumentos indígenas y ahora es ejecutado con “bandas papayeras”.

El porro, en su diferencia orquestada, alcanzó una amplia difusión nacional e internacional en las décadas de los 60 y 70. La cual estuvo a cargo de reconocidas agrupaciones como Lucho Bermúdez, Pacho Galán, Juan Piña, Billos Caracas Boys, entre otras. Antiguamente era una danza suelta, que ha evolucionado hacia el baile de salón, de pareja cogida. En ella no existe coreografía definida, se repiten movimientos circulares con asedio de los hombres a las mujeres, de acuerdo con las oportunidades que cada pareja encuentra.

Fue orquestada y convertida en ritmo popular en la costa norte y al interior del país, sobretodo en Medellín, en donde la gente le dio un estilo propio, con movimientos corporales altamente influenciados por los ritmos de la época.

Como se trata de una creación artística y no de un baile folclórico, el traje es de libre escogencia; con preferencia a un vestido ancho para las mujeres y para los hombres traje típico de la costa atlántica, o con una camisa floreada, tanto hombres como mujeres pueden ir descalzos o con zapatillas de ballet.


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El Mambo es uno de los bailes latinos que más seguidores tiene en el mundo occidental. Traído a Europa de la gran moda que se extendió por Estados Unidos, debido a su carácter medio prohibido, el Mambo ha sido protagonista de grandes películas como la protagonizada por Antonio Banderas, "Los Reyes de del Mambo" o "Dirty Dancing" dePatrick Swayze.

Fue el primer ritmo latino que se exportó fuera del caribe. Considerado por algunos como padre de los bailes latinos, su origen es todavía discutido por los distintos expertos en la materia. Según Oscar Hijuelo, autor del libro "Los Reyes del Mambo tocan canciones de amor" (obra en la que se basó la película homónima protagonizada por Antonio Banderas), “los esclavos africanos, atados por los tobillos con una pesada y molesta cadena, para que el tiempo pasara más rápido, bailaban la rumba moviendo mucho las caderas para limitar el movimiento de los pies. Al romperse las cadenas, inventaron un baile más sensual, rápido y ágil: el mambo. Todo el mundo enloquece cuando lo baila, como si anduviera sobre brasas ardientes”.

Como todos los bailes latinos, el mambo ha sido tachado de lujurioso, y no han faltado ocasiones en las que la Iglesia ha recomendado a sus parroquianos no bailarlo, para alejarse de un baile que se crea inventado por el diablo. La sensualidad que se desprende del baile del mambo pasa, como opinan algunos, por su parecido con un simulacro del acto sexual. Grandes voces intelectuales como Gabriel García Márquez, también han hablado del mambo, calificándolo de "un disparate bailable que se ha ganado al público latino y no latino".

Actualmente, el mambo que más se baila es el de ritmo lento, más fácil de practicar y menos erótico. Pero el mambo es un baile dinámico, con mucho movimiento y muchos giros. La posición inicial para bailar el mambo se basa en poner los pies juntos y frente a la pareja.



jueves, 23 de octubre de 2014





El ballet clásico es una forma de danza cuyos movimientos se basan en el control total y absoluto del cuerpo, el cual se debe enseñar desde temprana edad. Se recomienda iniciar los estudios de esta danza clásica a los seis o siete años, ya que el ballet es una disciplina que requiere concentración y capacidad para el esfuerzo como actitud y forma de vida. A diferencia de otras danzas, en el ballet cada paso está codificado. Participan frecuentemente las manos, brazos, tronco, cabeza, pies, rodillas, todo el cuerpo en una unión simultánea de dinámica muscular y mental que debe expresarse en total armonía de movimientos.

Con el transcurso de los siglos, la danza fue despojándose de sus rasgos rituales y mistéricos, y al consolidarse definitivamente la mentalidad renacentista se transformó en un espectáculo teatral donde los movimientos corporales ejecutados por los bailarines perseguían esencialmente la creación artística, la búsqueda de la belleza la expresión de unos sentimientos.

La condición básica para la danza es poseer un cuerpo inteligente, así le llaman los entendidos al reconocimiento del propio cuerpo. El ballet exige que el bailarín descubra su inteligencia corporal, que encuentre el camino del equilibrio para descubrir su propio movimiento. Si bien la base es la técnica, la formación rigurosa va acompañada de la evolución emocional de la expresión.


Cuando el balance entre técnica y sensibilidad confluye en un mismo cuerpo, el bailarín halla su propio eje, trasciende la pauta coreográfica, y un espíritu auténtico destaca, alcanzando la libertad soñada: Aquella que no fija la energía en el esfuerzo sino en el movimiento que construye el placer. Es allí cuando sentarse en una butaca a ver una obra de ballet resulta una experiencia emotiva y vital. La danza puede darte todo, pero sólo si le das tu cien por ciento. No existe entrega a medias.
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La bachata es un ritmo bailable originario de la República Dominicana. Se considera una combinación del bolero (sobre todo el rítmico) con otras influencias musicales de origen africano y con otros estilos como el son, el merengue, el cha-cha-cha y el tango. En el pasado, era diseñada como música de las clases pobres y era conocida como "música de amargue". Apenas era escuchada en las estaciones de radio (con excepción de unas pocas).

Se dio un salto cualitativo con respecto al camino transitado en el pasado. Se logran productos más elaborados en términos de arreglos musicales y una mejora sustancial en los textos. Presenta dos etapas; la primera es la vertiente rosa que fue representada mayormente por los cantautores Juan Luis Guerra y Víctor Víctor y vino a ser una resultante de la mezcla de la bachata con la balada romántica. Por otro lado, el tecnoamargue, arraigado de la instrumentación electrónica también trajo consigo fusiones con otras expresiones modernas de la música. Los máximos exponentes de este subgénero lo fueron Sonia Silvestre como intérprete y Luis Días como compositor.

La bachata, reproduce el mismo espíritu melancólico, nostálgico y de animosidad amorosa de otras expresiones musicales latinoamericanas como el llamado tango-canción, donde se combina la animosidad pasional (amor-desamor) con la nostalgia del migrante. Al igual, en la bachata conocemos de esta nostalgia en la expresión musical debido al hecho de que esto coincidió con el período de mayor auge de la cultura suburbana proveniente de la migración rural-urbana a partir de 1961. En ese período se le conoció como "música de amargue" por ese sentido nostálgico que evocaba. En pocas palabras la bachata tiene la magia y el poder para convertir dos cuerpos en uno.


lunes, 20 de octubre de 2014

Cuando hablamos del baile oriental nos referimos a un tipo de danza por medio de la cual entramos en contacto con nuestro ser espiritual. Este tipo de baile busca la plenitud del ser humano, nos sumerge en un gran poder creativo realizando sensuales y delicados movimientos. Nos ayuda a encontrar el equilibrio y alineamiento del cuerpo y nos da las herramientas necesarias para el conocimiento de la fluidez, por el cual combatimos el caos en el que nos encontramos.


Esta danza tiene como filosofía alcanzar la belleza de nuestro interior, que tenemos olvidado en el mundo en que vivimos, y reflejarla al exterior, consiguiendo así el crecimiento de un todo. A través del baile oriental, recuperamos nuestra relación ancestral con la tierra y descubrimos el potencial de cada uno como individuo. 

Para concluir, este baile actúa como terapia, ya que aporta grandes beneficios a todos los niveles, pues estamos trabajando todos los cuerpos: físico, mental y espiritual. Además nos aporta alegría, por ello, podemos decir que bailar es una celebración, porque nos ayuda a liberarnos, renovándonos adentro y cambiándonos por fuera.

Esta danza va dirigida a todo tipo de personas, con ganas de divertirse, descubrirse y compartir con los demás. No es necesario tener una condición física, especial, ni experiencia, sólo muchas ganas de entrenar el alma, enriquecer nuestro espíritu, y así poner en forma nuestro interior.

El baile como tal existe desde hace muchos años y de hecho cada nación o incluso región tiene algún tipo de baile propio. Hay bailes más movidos que otros, pero al fin y al cabo todos implican un movimiento corporal, que es un inicio importante para conseguir un buen estado de salud.

El mejor baile dependiendo de la edad: para las edades más tempranas el ballet o modalidades más movidas son ideales para empezar a trabajar la coordinación. En estos casos se suele empezar como un juego para acabar siguiendo una coreografía. Se busca desarrollar las cualidades motrices y también, por qué no, que se siga cierta disciplina.

Los jóvenes suelen elegir bailes con mucho ritmo y con un alto desgaste energético y exigencia cardiovascular. Es el momento para disfrutarlo ya que el organismo está en pleno rendimiento y, además, cuanto más lo cuidemos ahora, mejor estará en el futuro. Los músculos se trabajarán para ser un refuerzo perfecto mejorar en cuanto a flexibilidad. Los huesos, por su parte, estarán ganando en fortaleza.

En el caso de los adultos las recomendaciones se centrarían en bailes que no sean excesivamente exigentes para el corazón y la musculatura. De todos modos, si a edades más tempranas se ha bailado, el adulto puede seguir haciéndolo adaptándose a las características del momento. Evitar excesivos saltos o movimientos bruscos es una manera de adaptarse al baile pero hay que seguir disfrutándolo.

Según la doctora Eva Ferrer Vial-Barraquer, Especialista en Medicina del Deporte, "las personas que empiezan a bailar, suelen adoptar hábitos saludables". 


El baile inicial no era el baile: este debía alcanzar un éxtasis en donde el bailarín desaparecía y sólo quedaba el baile, sin ego, nadie manipulando, el cuerpo fluyendo espontáneamente. No es necesario hallar ninguna otra meditación. El baile mismo se convierte en meditación si el bailarín desaparece. Todo el punto consiste en cómo hacerse desaparecer.

Cómo o dónde lo logres no tiene importancia, simplemente desaparece. El baile es una de las cosas más bellas que pueden sucederle al hombre. Así que no debemos imaginar la meditación como algo separado. Esta es necesaria como algo separado para aquellos que no tienen energía creativa profunda; su energía no tiene dirección como para que puedan involucrarse tan profundamente como para esfumarse.

Pero un bailarín, un pintor, un escultor no necesitan tener ninguna otra meditación. Todo lo que necesitan es hacer que su dimensión se vuelva tan profundamente penetrante, que alcance un punto de trascendencia y no hay nada como el baile.

En esta meditación podrías bailar el ritmo que quieras, el que más te guste y te haga sentir mejor. La música es un pulso estimulante para todos los nervios del cuerpo; de esta manera, los sensibiliza y se crea la comunicación entre usted y su interior. Además es un tiempo que puedes liberar toda la tensión, haciendo algo divertido y es una meditación innovadora y diferente.
Científicos de la Escuela Albert Einstein de Medicina, en Nueva York, han demostrado que bailar durante nuestro tiempo libre es el mejor antídoto contra el envejecimiento cerebral.

En un estudio publicado en la revista New England Journal of Medicine, el gerontólogo Joe Verghesey sus colegas calcularon que, mientras los crucigramas disminuyen “solo” en un 47% el riesgo de demencia al alcanzar la tercera edad, bailar constantemente consigue reducirlo hasta un 76%. Verghese atribuye este poderoso efecto del baile a que cuando aprendemos y enlazamos nuevos pasos aumenta la complejidad de las sinapsis neuronales y el cableado neuronal se reestructura una y otra vez.

A esto se suma que en el baile es preciso tomar continuamente decisiones rápidas en las que no sirve recurrir a un patrón de acción fijo ya preestablecido, cosa que sí sucede cuando montamos en bicicleta o nadamos. En definitiva, mientras estamos bailando junto a otras personas el cerebro tiene que "reinventarse". Y la permanente improvisación se convierte en un estímulo que mantiene despiertas a nuestras neuronas. 

Una investigación dada a conocer, se comparaba el ADN de bailarines experimentados con el de personas que nunca habían practicado el baile reveló que sólo los primeros, mostraban diferencias importantes en dos genes asociados con las habilidades sociales y la capacidad de comunicación. Por ende se pueden identificar las ventajas que tiene practicar el baile, ya que ayuda a socializar y cuidar nuestro cuerpo.


El paso doble es quizás, el baile más tradicionalmente español de los existentes. A pesar de la creencia generalizada de que el paso doble sólo pertenece a los españoles, este baile tiene su origen en la Francia y su nombre procede de las marchas militares conocidas como pas redouble.


Como baile popular mediterráneo, el paso doble español es sencillo y muy libre en sus figuras y variaciones. Se baila con naturalidad, sin movimientos demasiado bruscos. La perfecta coordinación y sincronización entre la pareja es la esencia del paso doble. El hombre es el que ha de llevar el ritmo y marcar los pasos. La mujer sólo tiene que caminar al son de la música, mientras sigue las indicaciones de su compañero. Si se tiene una buena base técnica a la hora de bailar este ritmo, es fácil para el hombre llevar a cualquier mujer que sepa bailar, y resulta sencillo para la mujer seguir sin ninguna dificultad a hombres que bailen con pasos y figuras diferentes, siempre que estos marquen bien. 

La base del paso doble consiste en caminar, cogidos en la posición de baile, con el pie derecho del hombre entre los pies de la mujer. Los pasos deben ser muy cortos, empezando el hombre con el pie izquierdo y la mujer con el derecho. En un principio, la dirección será sólo hacia adelante y hacia atrás. Si hombre y mujer se coordinan bien, podrán seguir cualquier dirección en la pista, siempre que sepan esquivar a las otras parejas gracias a un sentido de la circulación general. 

La clave es estar totalmente coordinados y tener una buena relación como pareja de baile.



miércoles, 15 de octubre de 2014

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- BAILE DEL VIENTRE: es uno de los bailes más antiguos que existen. Los brazos pueden ir a un ritmo diferente del que lo hace la cadera. Para la práctica de este baile, se utiliza toda la música de Medio Oriente (folclórica, suave y fluida). La atención se centra en la cadera, lo que despierta la sensualidad y excitación. 



- SALSA: la elegida por la mayoría para practicar en pareja. El erotismo que despierta este baile es extremo, ya que el roce corporal es continuo. La ventaja es que esta danza mueve energías, produce liberación emocional. Es una buena terapia no sólo para recuperar el sabor íntimo de la pareja. Su ejercicio resulta positivo en todos los ámbitos de la vida. Los ritmos caribeños son todos recomendables para mover el cuerpo y despertar el deseo en el otro. 

- TANGO: sugerente y sexual, para conquistar a una persona es un baile ideal. Su condición internacional hace que este baile se pueda aprender en casi todos los países del mundo. Atractivo y erótico, es una excelente elección para parejas que han caído en la rutina y quieren cambiar su método de conquista.



El baile, es otra alternativa eficaz para compartir en pareja y si éste es sexy, mucho mejor. No hace falta clases ni largos períodos de práctica. Sólo es necesario dejarse llevar por el ritmo de la música y animarse sin complejos a despertar la seducción que cada una lleva dentro. 

"Las mujeres deben perder las ataduras. Deben despojarse de los prejuicios, tienen que aprender a acariciarse. La expresión corporal y facial son imprescindibles para que el baile tenga éxito y transmita seguridad", señala Sonia Lascarin, profesora de danza e imparte clases a strippers en España.
En las investigaciones que he realizado, el arranque de la civilización, se registró una estrecha relación entre baile y juego como manifestaciones naturales, ambas de la vitalidad y la expresividad humana. Así, podrían equipararse el llamado instinto de juego y la espontánea inclinación al baile. En tal sentido, se ha considerado el baile como manifestación del excedente de energía del ser humano o como una actividad catártica, de liberación de impulsos.

El baile presenta la característica exclusiva de ser un arte intangible y fugaz, que se funde en los cuerpos de quienes la realizan y declina al concluir el movimiento. En consecuencia, su representación fue incompleta y estática prácticamente a lo largo de toda la historia hasta que las técnicas cinematográficas permitieron reproducir la imagen en movimiento.

El estudio de los modos culturales que manifiestan las tribusprimitivas que aún sobreviven, permite suponer con fundamento que, el baile, entendida como movimiento rítmico del cuerpo, con acompañamiento sonoro o sin él, comenzó a configurarse en torno al sonido que producían los pies de los danzantes, quienes, en su expresión corporal, individual o colectiva, prestaron cada vez mayor atención a lo que habría de convertirse en la esencia de la danza: el ritmo. El acompañamiento de gestos y movimientos se vería sucesiva­mente reforzado por el batir de palmas, la percu­sión y, más tarde, la instrumentación.

Por ende, el baile puede ser recreativo, un ritual o artístico y va más allá del propósito funcional de los movimientos utilizados en el trabajo y los deportes para expresar emociones, estados de ánimo o ideas. Puede contar una historia, servir a propósitos religiosos, políticos, económicos o sociales; o puede ser una experiencia agradable y excitante con un valor meramente estético.





Para algunos el baile es un tabú, para otros, una irreverencia, una liturgia. En esta actividad van el alma y las emociones acompañadas del oído y la cadencia en expresión corporal. En los pies que se mueven están todos los sentimientos y vivencias, desde gimnásticas contorsiones, hasta preludios del romance y locuras de la pasión. El baile es una práctica poderosa para facilitar cambios sustanciales en las personas, sirve entre otras cosas, para aumentar el bienestar integral, potenciar la capacidad de comunicarse, da mayor plenitud existencial y capacidad para aceptar las realidades.

Desde la más temprana edad empezamos a movernos al ritmo de la música, incluso antes de hablar o caminar. En un aspecto más físico, bailar puede ser una manera efectiva de ejercitar la mente y el cuerpo. Los investigadores han descrito cómo el hacer actividades con regularidad, puede en general contribuir a mantener el cuerpo, la mente y a tener un buen estado de salud a medida que envejecemos.

Una de las formas de seducción y de romance lo brinda el baile. Éste se le contempla como una forma de liberación corporal y espiritual de dos personas que se relacionan en un abrazo disfrazado. Dos cuerpos que se mueven siguiendo el ritmo del corazón y la música. Muchas personas hacen de la danza su razón de ser y de vivir, su ser proyecto al arrojarse a su mundo, el cual en muchas ocasiones es incomprendido por su alto grado de expresión y significativo.


"La música y el baile son dos artes que 
se complementan y forman la belleza y 
la fuerza que son la 
base de la felicidad humana". 
Sócrates.